QUE TE DEN POR CULO, MARIO VALLEJO.

Mario Vallejo, a quien algunos cubanos acusan de haber «chivateado» las vías que estaban usando los cubanos para llegar a los Estados Unidos.

Tras par de días de “jelengue” en Facebook, a Erich Concepción Quicutis, ex cantante lírico cubano, residente en la Florida y figura detrás del personaje de Arsenio Real El Historiador de la Ciudad de Miami no pudo ocurrírsele algo mejor que esta frase: “QUE TE DEN POR CULO, MARIO VALLEJO”

Pero…  ¿Por qué hay que darle por culo? ¿Quién es Mario Vallejo?

Mario Vallejo, fue un presentador de televisión en Cuba hace algunos años. Emigró a los Estados Unidos y alcanzó algo de fama al entrevistar en Nueva York a la “Primera Dama reconocida” del gobierno cubano: Vilma Espín. La entonces presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y esposa del actual presidente Cubano Raúl Castro, “tropezó” en plena calle con Mayito, quien cortésmente comenzó a hacerle algunas preguntas. Vilma, quién no lo conocía, sospechó, tras las primeras dos rectas lanzadas por Mario, que el periodista no era “cubano” (al menos no como ella lo entendía) y lo amenazó con quitarle la cámara. Se formó cierto rifirrafe con los guardaespaldas de ella, lo cual contribuyó a que Mario fuera conocido.

Hace un año reapareció en Panamá, luego de un tiempo de silencio. Allí tuvo la suerte de documentar el más viral de los desatinos de la delegación cubana a la Cumbre de las Américas: la desafortunada intervención de Sucelys Morfa, 2da Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, quien con el rostro transformado por la ira y en pleno arrebato mintió a Mario, a su cámara, a Univisión, y al mundo entero al decir que: “ella se había pagado su viaje, y que en Cuba todos eran ricos”

Univisión, encantada por la labor de Mario, decidió darle mayores responsabilidades y este comenzó un activismo en las redes sociales (entiéndase Facebook y Twitter) para apuntalar su meteórica carrera. ¿Cómo lo logró? Muy fácil.

Como su tiempo es corto, al igual que sus entendederas, reclutó a Yusnabi Pérez, bloguero cubano conocido por poner fotos de derrumbes en La Habana y publicar noticias sin contrastar.  Yusnabi, que no tiene ningún tipo de formación periodística, ni ética, para “hacer noticia” comenzó a desparramar en las cuentas de Mario “noticias sobre Cuba” sin el más mínimo apego a la veracidad.

Y ahí comenzó el calvario de Mario. A los cubanos del exilio, entiéndase los de Miami, no les agradó mucho la idea que se “zamparan” en bocados algo de la cuota de orgullo que los distingue ante la comunidad internacional.

Luego vino la campaña por darle a Abraham una casa. Y Univisión se mostró más contenta aún.

Entonces le dieron a Mario Vallejo, la triste misión de reportar en Centroamérica, el tema del tráfico humano que afecta a cubanos que, desde Ecuador, cruzan fronteras hasta llegar a los Estados Unidos.  Esta forma de inmigración ilegal aumentó ante el temor a que desaparezca la Ley de Ajuste Cubano.

¿Cuál es la culpa de Mario?

Pareciera que ninguna, pero apenas el presidente cubano Raúl Castro anunció su visita a México, acomodado en el amarillismo, Mario Vallejo comenzó a especular sobre la aprobación, en diciembre, de una ley que permitiría la deportación de los cubanos que fueran detenidos en territorio mexicano.  O sea, se le acabaría la felicidad al cubano en par de meses. ¡Adiós a la libertad!

No contento con esto, que sin dudas estimula el éxodo desordenado, reportó con evidente mala fe, lo que desde la óptica del cubano no es otra cosa que “quemar los puntos y los contactos” de los cuales se valían los cubanos para venir desde Ecuador hasta los EE.UU.

Probablemente, Vallejo, no tenga toda la culpa de la retención en estos instantes de más de 1200 cubanos en Costa Rica, pero mucha gente, y entre ellos está claro que sí, Arsenio Real, lo acusa de haber “chivateado” y de lucrar con la vida de muchos, de hacer dinero y fama a costa del sudor y la sangre de sus coterráneos, cuando Mario, al parecer “sólo cumplía” con su trabajo. ¿Lo hizo bien? ¿Lo hizo mal? ¿Tenía que revelar EXACTAMENTE todos los datos, dar coordenadas, mostrar rostros, y todo lo que dicen mostró  y que contribuyó a “la quemadera”?

Hasta este momento, quien redacta estas líneas, no lo tiene bien claro; pero Miami es una ciudad con mucho odios y recelos entre su gente, y se nota, se respira, que son ya unos cuantos los que aseguran que Mario es responsable de gran parte del daño.

Seguramente no lo olvidarán. Y se están uniendo.

Al menos, ya, lo han mandado a que le den por el culo. Lo que suceda después… tendría que verse.

Alexei Samper